Él fue uno de los primeros DOER que conocimos en Buenos Aires en 2012, cuando abrimos nuestra primera oficina y depósito. Junto con Gastón, nuestro fundador y CEO, dieron sus primeros pasos en el mundo de los emprendedores sin saber que algún día se encontrarían nuevamente en la Gran Manzana. ¡Salud!

Mientras uno estudiaba arquitectura y desarrollaba zapatos para el día a día, el otro intentaba crear la bolsa perfecta para llevar trajes de neopreno alrededor del mundo, hechos de velas recicladas. Sé lo que podrías estar pensando. Realmente no hay una conexión directa y clara entre ambas marcas, pero al mismo tiempo la hay. Valores fundamentales como la pasión, el deseo de aventura, la creencia de que las cosas podrían hacerse de manera diferente... siguen uniendo nuestros caminos. Y para nosotros, eso es lo que realmente importa.

¡Increíble, ¿verdad?! Como le gusta decir a Marcos: "Cuando obtienes una Bolsa Mafia, también estás obteniendo un pedazo del océano, apoyando a la comunidad local y prácticas sostenibles."

No hay nada mejor que esto. Gracias, Marquitos, por ser nuestro HERMANO y fuente de inspiración. ¡No podemos esperar por nuestras próximas aventuras, viajes y asados juntos!